Una canción...

   Una canción. Para muchos una canción es un recuerdo ¿Qué recuerdo? Y ¿Quién sabe? Buenos, malos, lindos, llenos de vida, de carcajadas y por sobre todo MOMENTOS.

 Una canción te dice muchas cocas. Puede decir lo que sientes. Y es que… ¿Tal vez por eso dedicamos canciones no? Para decirle a otra persona lo que casi no podemos expresar.

 Una canción te trae de vuelta a la vida, te rejuvenece, te llena de esperanzas, de sueños, de propósitos. ¿Cuál es la magia de la canción? Que con tan solo escucharla puede lograr mil emociones.

Una canción, nos puede hacer llorar. ¿Pero como es que algo tan lindo y lleno de vida, te saca mil lágrimas del cuerpo? Porque la canción nos trae ese triste y alegre recuerdo, que nos produce melancolía.

¡La canción! ¡SI! ¡LA CANCIÓN! Ella nos transporta a la imaginación, al deseo, cada vez que nos imaginamos alguna escena de las palabras que dicta tan bellas melodías.

Una canción te hace pensar, pensar en esa persona especial.

¿La magia de la canción puede ser tan fantástica? ¿Puede hacer que dos personas se unan espiritualmente a través de una misma nota?

Una canción te ayuda a descargar cualquier tipo de bronca. Te libera, te aísla del mundo y te trae de vuelta a él, con una luz mucho más motivante.

Una canción te recuerda y dice quien eres y adonde vas. Te define, te vuelve loca. ¡Una canción es esa! ¡LA QUE TE REPRESENTA!   

Una canción te atrapa, te persigue y suena en tu cabeza logrando grabar un momento, para que cada vez que suene, recuerdes lo vivido.

Una canción es la que suena cada vez que estás pensando en esa persona especial.

Una canción… Una canción siempre quedará en tus recuerdos, en tus momentos, en tu corazón, en tu vida.

Porque al final eso es una canción ¿No?. Una canción que siempre puede ser parte de tu vida y la de muchos.