Hoy es uno de esos tantos días en los que absolutamente nada me importa. En los que miro a la gente y para mi me es tan insignificante. ¿Suele pasar no? Caminando siempre por las callecitas de la ciudad, esas calles repletas de gente, gente que para ti puede ser de otro mundo. Gente inhumana que se hacen llamar “Humanitarios”. Estamos hablando de ese tipo de gente, “los Pobres diablos”, aquellas que sin importar lo que tú pienses, te atacan como animales salvajes. Y es que, al pareces eso somos ¿no? Animales que siempre atacan entre sí.
No quiero hablarles del sentido biológico, ni tampoco me importa desarrollar lo que piensen. Solo estoy para decirles lo que yo creo…Y lo que creo en este momento, es que vivimos rodeados de la hierba venenosa ¿Viste como es no? La hierba poco a poco te va matando, primero logra meterse dentro de ti, va provocando otra reacción desconocida a lo que creías, luego de que caigas por completo, allí es cuando te das cuenta que poco a poco te fue aniquilando; y tú sin saber ni obtener una sola pista, te dejaste dominar por aquella mala, venenosa pero tan poderosa hierba.
En el tiempo que estamos hoy, solo un 15% de las personas utilizan la razón coherentemente junto a un corazón meramente humanitario. El 85% que resta, es aquella que se deja llevar por las innovaciones tecnológicas que cada día salen más al mercado Internacional. Sin poder utilizar la razón lógica y solo pensar en la superficialidad que este tipo de “Nuevos progresos” genera. También son aquellas personas que suelen criticar a otros por su poca capacidad intelectual, aquellos que sin importar lo que les digas nacieron para saber más que otras personas. Para explicar mejor este punto, decidí recitar un pensamiento muy cierto: “El leer nos vuelve cultos, pero el leer en exceso nos vuelve animales salvajes”. Con esto llegamos a nuestra conclusión; y es que en el mundo existe diversidad social, somos totalmente diferentes en cuanto a físico, intelecto, filosofía, dialecto y pensamiento. Algunos de ellos no se dejan llevar por personas que han investigado menos; sin saber que el acto es lo que realmente enseña al ser humano.
En siglos anteriores el conocimiento era mucho menos que el que tenemos en el siglo XIX. No intento comparar un siglo mejor que otro, ya que en la actualidad estamos totalmente rodeados de tecnología llevada a todas partes del mundo, este tipo de tecnología a pesar de ser eficiente, en la mayoría de los casos es dañina para la cultura, el desarrollo, sentimiento e intelecto de la persona que la consume. La ciencia solo cree en ella y en nadie más, creen en lo que hacen y lo que podrán hacer, no piensan en fracasos ni mucho menos en “Imposibilidades” relacionadas meramente a la Ciencia.
Debemos estar consientes que la ciencia no llega lejos. Estamos en la etapa cumbre donde el mundo no da más. Cada día que pasa existen más heridas, veneno, impurezas, catástrofes. Pensamos que con el tiempo la tierra mejorará sola, pero es con el tiempo que la tecnología avanzará más y gracias a ellos habrá mayores revoluciones naturales. Pensamos que la tecnología creará un método para que no ocurra lo que se conoce como “El fin del mundo”, pero si la tecnología sigue atentando, la naturaleza hará un llamado más fuerte.
Creer que la Tierra mejorará sola, es solo una ilusión, un espejismo y simplemente una falsa creencia. Nos estamos acercando más a la destrucción total de nuestro principal hogar. La única realidad es que El fin del mundo lo provocamos nosotros, con nuestra inconciencia. Cada vez somos más los animales que los humanos quienes habitamos el planeta.
La humanidad, el pensamiento lateral, la filosofía, el aprendizaje y la sabiduría, son armas propias que han existido y seguirán existiendo a lo largo del camino. Son virtudes, dones, que siempre nos darán la respuesta indicada, es meramente humanitario… ¡Pensamiento y corazón! A diferencia de lo científico lo humanístico siempre ha estado presente en generaciones, haciendo entender el desafío que nos tocó. Y a diferencia de los científicos, los humanísticos no se reemplazarán por maquitas que puede destruir.
Lo humanístico cada vez se pierde más y para cambiar al mundo necesitamos de aquello y de una fuerte utopía, capas de hacer una revolución que será recordada en la historia. Debemos ser fieles a quienes somos sin juzgar a otros. Ser nosotros mismos intentando siempre lograr nuestro mundo mejor, ¿Qué pasará el día de mañana con nuevas generaciones, que no intentaron cambiar un poco al mundo? ¿Será que seremos más animales salvajes en la Tierra? ¿Qué podemos hacer para crear nuestro propio mundo mejor? Simplemente la respuesta está en tus manos, llego el momento de elegir en donde quieres estar y como vivir. ¿Estarás listo?
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