miércoles, 7 de marzo de 2012

Silencios


     Hay un monologo irritante que no para de perturbarme en mi cabeza, o bueno…Eso creo yo. Excesivas palabras, abundantes silencios y pocos hechos. Y…En mi mente corría muy lejos, llegaba a un lugar desconocido que no había visitado. ¿Era una pradera? ¿Un campo? O… ¿Un bosque tal vez?, se veía el humo de mi respiración, del infernal frío que se encontraba en aquel lugar; solo grandes pinos y troncos era lo que yo podía observar. Un cielo gris, como si estuviera a punto de anochecer ¡PERO NO! Apenas el día estaba comenzando y la noche al parecer seria aun más larga. Observaba siempre al horizonte, tratando de encontrar alguna especie de utopía. Pero más allá de él, se desplegaba un bosque mucho mas frío. Era la única persona en aquel sitio, podía gritar sabiendo que nunca me iban a escuchar, podía correr sabiendo que nadie me iba a perseguir y podía estar en calma sabiendo que no encontraría preocupaciones. Porque nada se podía escuchar, solo existía silencios, y… ¿Qué es el silencio? Nada, o tal vez sea mucho. 

      Soy escritora, trabajo con las palabras, ¡Amo las palabras! Un día comencé a escribir y supe que allí me estaban empezando a escuchar mejor,  pero cuando la palabra perdió su valor, todo lo demás también desapareció, porque una palabra dicha o no dicha, susurrada, gritada, escrita DESATA MIL HURACANES. Cuando la palabra te atormenta, te destruye, te vuelve inmune, el silencio te rescata. El silencio tiene miles de habilidades y pocas veces lo podemos ver; es un arma de doble filo y no lo sabemos. Cuando el perdón dejo de ser una palabra bendita, el silencio es la respuesta. Cuando tu mente no para de quejarse, el silencio juega contigo, no dándote respuestas, si no algo mucho más importante: PREGUNTAS. 

     Fuera del frío bosque, se encontraba la realidad, aun mas silenciosa, pero desesperante. Solo una habitación de cuatro paredes, totalmente oscura y una ventanilla que alumbraba el centro del lugar. Ese gran silencio me hacia pensar, me regalaba soluciones y me desesperaba en medio de nada. Me traía paz, pero luego se aproximaba la desolación. Me convertía en un ser importante, pero después en alguien insignificante. Parecía un juego de bipolaridad, causado todo por la falta de melodías. Más allá del silencio no había nada mejor: el sonido de una copa de cristal rompiéndose, el grito perturbador de una criatura y el llanto de una mujer que acababa de ser golpeada. 


     “Hay un monologo irritante que no para de perturbarme en mi cabeza, o bueno…Eso creo yo. Excesivas palabras, abundantes silencios y pocos hechos. Y…En mi mente corría muy lejos, llegaba a un lugar desconocido que no había visitado”.  Un silencio, una palabra sencilla o un monologo irritante, TODO HABLA, TODO DICE. Aunque te encuentres en el peor silencio frío y atormentador, que te lleva a descubrir quien eres, que quieres, que harás,  en la vida que te toca llevar. 




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